Alguna vez en tu vida te has cruzado con alguien que no es capaz de decir lo siento, que no se disculpa o no admite sus fallos? Si es así, no lo dudes: es una persona tóxica y lo mejor que puedes hacer es alejarte de ella.

Tarde o o temprano nos encontraremos con estas personas tóxicas que nos harán socilitudes, reproches, reclamaciones, quejas… pero si algo les resultará imposible es ofrecernos una disculpa. Y aunque de su boca salgan palabras de disculpa, siempre habrá una razón oculta detrás que banalizará ese pedir perdón.

Las personas tóxicas intentan aprovecharse de ti, manipularte o conseguir de ti otro favor. Nunca se disculpan ni admiten cuando han cometido un error. Y aunque las pruebas sean evidentes, culparán a quien sea para convertirse en las víctimas.

¿Por qué las personas tóxicas no pueden asumir la responsabilidad de sus errores?

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