El 2020 ha empezado pegando fuerte y propulsando un cambio decisivo a nivel mundial. Yo creo que a estas alturas a nadie le cabe la menor duda de que este año pasará a la historia por ser el año de la gran pandemia.
Esta experiencia extrema es nueva para todos los seres humanos en todas las partes del mundo. Para todos está siendo muy difícil vivir el confinamiento mientras presenciamos día a día la tragedia de los cientos de muertes diarias, los riesgos de caer enfermo y la incertidumbre que nos rodea.
Pocas personas estaban preparadas para estos tiempos. Más allá de llenar nuestras despensas con latas de conservas y rollos de papel de baño, no pensamos mucho en hacer cursos de habilidades para tiempos pandémicos. Día a día vamos improvisando, explorando nuevas formas de relacionarnos con el sufrimiento a nuestro alrededor e inventando una nueva manera de avanzar juntos y, mientras tanto, necesitamos encontrar habilidades de vida para tiempos pandémicos: cultivar nuestra inmunidad individual y de grupo, física y mental.
El primer tipo de inmunidad que necesitamos reforzar es la de nuestro sistema inmunológico físico, el cual necesita manejar la infección y la invasión de un virus agresivo y de rápida propagación.
El segundo tipo de inmunidad que necesitamos reforzar es la del sistema inmunológico emocional para poder hacer frente a la infección rápida y la propagación del miedo, la ansiedad y la preocupación.
Para reforzar estos dos tipos de inmunidad, es clave que pongamos nuestro foco en el cultivo de las siguientes habilidades para así desarrollar un mindset o mentalidad equipado de las siguientes habilidades de vida para tiempos pandémicos.
1) RESILIENCIA
Necesitamos una nueva manera de enfocar nuestra resiliencia que vaya mucho más allá de afrontar la adversidad en algún aspecto concreto de nuestra vida personal o profesional, pues ahora tenemos que recuperarnos de 360 grados de adversidad en nuestras vidas.
Para recuperarnos, es importante reunir la energía y los recursos para levantarse todas las mañanas, mantenerse en pie durante los días difíciles y recuperarse rápidamente cuando surgen nuevos retos durante el día.
Ser fuerte se basa en nuestros recursos internos -recursos obtenidos desde experiencias adversas pasadas, fortalezas únicas que hemos cultivado a través de nuestra vida, y externos – sistemas de apoyo a los que podemos acudir para luego tomar impulso cuando lo necesitamos.
La fortaleza también viene de atender consciente y continuamente a todo lo agradable que tenemos en nuestra vida, todo por lo que tenemos que estar agradecidos y todas las ventajas posibles de esta experiencia, si es que las hay.
2) COMPASIÓN
Todos los seres humanos en todas las partes del planeta estamos navegando en un enorme océano de sufrimiento. Esta situación requiere un nuevo tipo de respiración consciente, a la cual podríamos llamar respiración pandémica.
Al inhalar, respira en conexión- con todo lo que conoces y no conoces de esta situación. Todos estamos en esto juntos.
Al exhalar, exhala amor, bondad y cuidado para nosotros mismos y nuestros semejantes, algunos que están en peligro y otros que están haciendo todo lo posible para evitar o prevenir el daño.
3) CALMA
No podemos concentrarnos, pensar con claridad o tomar las decisiones correctas en cada momento sin calmar una mente temerosa y frenética. Para crear calma en tu mente, reza, medita, lee, escribe, haz una manualidad, pinta, dibuja, cocina, toca un instrumento, cultiva tu vida interior, toma el sol o haz algo de ejercicio.
4) TENER UN PROPÓSITO:
El tener un propósito nos hace sentir útiles. Necesitamos una brújula interior para orientar nuestras actividades, una que sea profundamente motivadora.
¿Cuál es nuestra visión para nuestra vida en estos tiempos?
¿Qué contribución significativa queremos hacer?
¿Qué propósito sacaremos de esta experiencia?
¿De qué podremos enorgullecernos cuando esta experiencia ya esté pasada?
¿Qué intención es importante que llevemos en cada momento?
Delante de nosotros tenemos un nuevo futuro que construir a nivel individual y como humanidad. De todos depende lo que vamos a hacer con nuestra preciosa vida.
Artículo escrito por: Alejandra Sánchez Yagüe
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