Los economistas ya hablan de que estamos viviendo una 4.ª revolución industrial y de ahí que muchos expertos hablen de industria 4.0 y liderazgo 4.0.

Según Schwab, director ejecutivo del FMI, la 4.ª revolución industrial no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino por una transición hacia nuevos sistemas que están hechos y construidos sobre la infraestructura de la revolución digital.

La velocidad a la que actualmente cambia la tecnología es tan rápida que fuerza a las empresas a integrar muy deprisa los avances tecnológicos que van surgiendo, experimentarlos, analizar los resultados y hacer los ajustes pertinentes para continuar a la vanguardia.

El mundo de la empresa está en constante cambio y la innovación es protagonista en absolutamente todas las áreas y departamentos. Las organizaciones o negocios que incluyen de forma más ágil las tecnologías disruptivas en sus estrategias de administración, marketing, gestión de recursos y ventas serán las que mejor se posicionen y mantengan como líderes del mercado.

Para poder hacer frente a este gran reto, las empresas de la industria 4.0 deberán tener un liderazgo adecuado y profesionales preparados, con la actitud y habilidades pertinentes, capaces de innovar y adaptarse a la nueva realidad y que entiendan los comportamientos del entorno, mercado, industria, consumidores y empleados.

Estos líderes 4.0 son las personas clave para impulsar esta transición tecnológica, tanto de la organización como de los empleados. Dicho esto, es importante tener en cuenta que no pueden llevar a cabo su función solos: todas sus acciones, orientadas a mejorar el desarrollo del negocio (explorar nuevas herramientas, planificar los flujos de trabajo, diseñar los procesos, etc.) necesitan del compromiso y la participación de todos los miembros de la organización. Para lograr su objetivo, deberán contar con el apoyo incondicional de la dirección de la empresa, la cual les proveerá de los recursos necesarios para conseguir una adecuada transición tecnológica.

Una vez cuenta con el apoyo de la dirección, el líder 4.0 deberá rodearse de un equipo competente con el que implementar las mejoras tecnológicas y formar al resto de empleados en el uso de los nuevos recursos y herramientas.

A nivel profesional, este nuevo perfil -el líder 4.0 del que hablamos- deberá enfrentarse a una serie de retos si quiere mantener a la organización que representa entre las más punteras. Sus dos principales retos son:

  • Entendimiento y aceptación de los cambios en la forma de trabajar: deberá aprender nuevas habilidades blandas (soft skills) y conocimientos (hard skills).
  • Adaptación a los variados y poco homogéneos equipos de trabajo: diferentes talentos, varias disciplinas, distintos roles, motivaciones totalmente personales y dispares o la ubicación geográfica, son algunas de las características con la que el líder 4.0 tiene que lidiar.

 

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