Empecemos con 4 sencillas prácticas que puedes hacer:

Respiración consciente

Comenzamos sentándonos con los niños y pidiéndoles que adopten una postura relajada, sentados en una silla o en el suelo. Pueden cerrar los ojos, o bien dirigir su mirada a un punto del suelo situado a un metro de distancia. Hacemos tres inspiraciones y espiraciones profundas y les decimos que tomemos conciencia de nuestra respiración, experimentando la calma que nos produce estar sentados respirando tranquilamente. Pensaremos la siguiente frase y la diremos en voz alta: “Estoy calmado y tranquilo”. Nos repetimos esta frase varias veces, procurando sentir intensamente la alegría de estar vivos en el momento presente y la paz que nos ha producido este ejercicio. Nos quedamos saboreando esta sensación durante un par de minutos y les pedimos que nos digan cómo se sienten.

Sonreír

Una acción muy sencilla y fácil de educar las emociones consiste en esbozar voluntariamente una sonrisa, lo cual nos puede ayudar a aumentar nuestra consciencia de las cosas positivas, o bien aportarnos un sentimiento de seguridad cuando las circunstancias no son favorables.

Existen algunos estudios experimentales que sugieren que el rostro, así como la voz y el cuerpo en general, pueden enviar al cerebro señales de que están experimentando una emoción concreta, y eso hace que la sintamos realmente, aunque con un nivel de intensidad menor que en una situación real, lo que los investigadores denominan “hipótesis de la retroalimentación facial” (Lyubomirsky, 2008).

Esta autora recomienda sonreír por dos razones: porque puede producir fisiológicamente esa retroalimentación y provocarnos una leve sensación de bienestar, y también porque la sonrisa hace que las demás personas interactúen más positivamente con nosotros.

Podemos animar a nuestros peques a utilizar la sonrisa como un acto voluntario, que les sirva para aumentar su conciencia ante determinadas situaciones, les ayude a calmarse interiormente y les permita estar presentes en el aquí y el ahora de un modo más positivo.

 

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Lee el resto de prácticas en este artículo publicado en CEAC.es